Juan Marsé│LUMEN│Contemporánea│96 Páginas│Tapa dura con sobrecubierta.
Es un día cualquiera de un verano de finales de los años ochenta, y Bruno, con quince años recién cumplidos, sube a desgana los peldaños de una escalera; arribar, en el segundo pido, le espera la señora Pauli, una viejecita que aún lleva los labios pintados de carmín...
Bien mirado, hoy no es un día cualquiera, porque la señora Pauli ha tenido una gran idea: lanzar aviones de papel cargados de buenas noticias desde su balcón. Abajo, en la calle, están Oskar y Jan, dos hermanos como dibujados en blanco y negro, y a su alrededor unas calles que pertenecen al pasado pero están más vivas que nunca.
Después de que su padre lo abandonara junto a su madre, Bruno vive la aparición de su padre años después donde librara una pelea mental donde aceptarlo o tenerle lastima son las tentativas. La Sra. Pauli vive en el segundo piso, una ex bailarina que vive con su loro y con la ayuda de la madre de Ruth. La Sra. Pauli está empeñada en lanzar comida y aviones de papel hechos con recortes de periódicos y solo con titulares de buenas noticias.
Hay momentos y situaciones de la vida que nunca podremos borrar. Momentos que vivirán por siempre en nuestra mente y se verán materializados en cualquier paisaje del mundo, allá donde quiera que vayamos.
Eso me ha dicho este libro, eso me han dicho las pocas pero buenas páginas de este libro. Bruno es un chico con los pies en la tierra, abandonado por su padre junto a su madre Ruth que ha dado todo por el. La Sra. Pauli pasa todos sus días cuidando de un loro y tirando croquetas y aviones de papel desde el balcón de su segundo piso. Aviones que hace de recortes de periódicos solo con noticias buenas. Las acciones de la señora Pauli cuentan con la ayuda de Bruno y los hermanos Rabinad, dos vagabundos que esperando debajo del balcón para hacerse con todo lo que la vieja Pauli tira a la calle.
El libro me gusto, se siente un poco forzado al inicio y reconozco una que otras palabras rebuscadas en el. Una historia sobre el reencuentro y el pasado. La señora Pauli vive una vez más todo lo que vivió desde un balcón en sus años de juventud. Al final, el pasado estará detrás de la puerta, siempre acechándote.
Aunque mereció un final un poco más cerrado me gustó del todo. Sobre todo porque arrastra la historia que vivo la señora Pauli en los tiempos de la ocupación alemana y en su vejez vive una quimera de lo que fue pasado, viendo niños que realmente no existen, viendo personas que huyen y sufren debajo de su balcón cuando lo único que necesitan son noticias felices.
4/5
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Smeldis Polanco.